A parroquia

Somos a parroquia católica do barrio do mesmo nome na Coruña, España, arquidiocese de Santiago de Compostela. Estamos situados no tramo medio da Avenida de Fisterra e das rúas que a cruzan: Cidade de Lugo, Palomar, Paseo das Pontes, e os bloques de rúas en torno a Vista Alegre e mais ao viaducto da Ronda de Nelle, zona da Agra do Orzán ata a Gramela e Praza das Cunchiñas.

Pertencemos ao Arciprestado de Riazor na zona pastoral da Coruña. Estamos entre o Parque de Santa Margarida coa súa Casa das Ciencias e a zona verde do Paseo das Pontes. A nosa igrexa parroquial ubícase no número 156 da Avenida de Fisterra.

22 ago 2013

SANTA MARGARITA. HISTORIA, LEYENDA Y TRADICIÓN


INCLUÍMOS AQUÍ, POR RAZÓN DE LA PROXIMIDAD DE LA FIESTA ANUAL,
UNA INFORMACIÓN INTERESANTE SOBRE SANTA MARGARITA, 
SU CULTO Y DEVOCIÓN.
LAS PERSONAS INTERESADAS PUEDEN CONSULTAR TAMBIÉN LAS ETIQUETAS  "ICONOGRAFIA SAGRADA"  Y  "RELIXIOSIDADE POPULAR".


SANTA MARGARITA DE ANTIOQUIA

I
          En las narraciones, escasas de datos,  de la vida de Santa Margarita de Antioquía (Santa Marina para la iglesia  griega) se confunde la realidad con la leyenda.  Los que aquí ofrecemos son una síntesis, elaborada por Manrique Rodríguez, a base de las diversas tradiciones transmitidas en martirologios y santorales,.
Procesión en la fiesta del año 2012
           La fiesta de Santa Margarita se celebra el día 20 de julio. En  A  Coruña se celebra el último domingo de agosto. Nuestra parroquia heredó de los PP. Franciscanos, que atendían la ermita antes de la existencia de la parroquia como tal,  un himno que resume los nebulosos datos biográficos de la santa y comienza así, aludiendo al día de la fiesta:
          Hoy en torno del ara bendita
entonemos un himno en loor
de la virgen sin par Margarita,
que perfuma el altar del Señor.

            Infancia y adolescencia
          El  himno a Santa Margarita continúa así:
          Blanca flor de radiante hermosura,
la belleza del ángel copió
y fue su alma tan casta y tan pura
que a su Esposo Jesús cautivó.
          Santa Margarita nació en Antioquía de Pisidia, en la península de Anatolia, actual Turquía. Antioquía de Pisidia, es una  antigua población de Asia Menor, probablemente perteneciente a Frigia.  Fundada  por colonos procedentes de Magnesia, bajo Seleuco Nicátor, fue declarada ciudad libre por los romanos en el siglo II a de C., y convertida en colonia bajo Augusto, con el nombre de  Caesarea Antioquia.  Pablo y Bernabé hacen el primer viaje misionero a ella,  como  se refiere en los Hechos de los Apóstoles (Hch 14, 21-24) .
          Unos datan el nacimiento de Marina/Margarita entre los años 255-275 (?) ;  otros, algo más tarde, bajo el imperio de Diocleciano (años 284-305 d. De C).  Este emperador romano  se distinguió por la crueldad metódica con que persiguió a los cristianos, viéndose éstos en la necesidad de  esconderse en cuevas (catacumbas) y  huir  al desierto.
          El  padre de Santa Margarita se llamaba Teudio o Teódulo y era sacerdote de dioses romanos.  Margarita fue criada, como era costumbre entonces, por una nodriza, quien, siendo cristiana, inicia a la niña en la fe.   A los doce años Margarita recibe el bautismo y se consagra mediante votos  como esposa mística de Cristo.
          Al conocer su padre que ella había  abrazado la religión cristiana y  renegado  de los dioses, estuvo  decidido a denunciarla; pero, por su amor de padre no lo hace y así evita su muerte. Pero decide renegar de ella, no reconocerla como hija, y expulsarla  del domicilio paterno.
          Margarita se hizo pastora y cuidaba los corderos de su ama de leche cerca de  la ciudad de Antioquía.


            El martirio
            El himno a Santa Margarita resume así este dato de su vida:
          De su edad  en la aurora florida
bebió un cáliz de acíbar y hiel,
y ofreciendo a Jesús alma y vida
 en la Cruz se desposa con Él.
          Se entregó jubilosa al martirio
cual si fuera su fiesta nupcial,
empuñando en sus manos el lirio 
y blandiendo la palma triunfal.
             Y fue en pos de su amante divino
por la senda real de la Cruz
y hoy nos muestra el dichoso camino
que nos marca su esposo Jesús.

          Un día  cuando la joven Margarita guardaba el ganado que pastoreaba en compañía de otras jóvenes, pasó por el lugar  el  Gobernador o Prefecto de Antioquía, llamado Olibrio, quien se enamoró perdidamente de  ella.
          Olibrio le preguntó:
          -¿Eres libre o esclava?. Si eres  libre, me  desposaré contigo  y si eres esclava, te quiero como concubina.
          Ella  le contesta:
          - Soy noble, me llamo Margarita y soy cristiana.
          Olibrio le dice de nuevo:
          - Las dos primeras cosas te convienen, todo es noble en ti, no hay perla (“margarita”, en griego) en el mundo que te iguale en belleza, pero es indigno de ti adorar  a un Dios muerto de forma ignominosa.
          Olibrio  se alejó del lugar. La contestación de Margarita  le había  irritado y,  al día siguiente, cegado por la  pasión y el deseo de poseerla a cualquier precio, ordena  a sus criados que se la traigan a la fuerza ante él.
            Olibrio rumiaba su rechazo y no pensaba más que en conseguir  a Margarita. Al tenerla atada ante sí volvió a interrogarla sobre su condición. Margarita le rspondió:
          - Soy  hija de  Teudio, sacerdote de ídolos, por lo tanto libre, pero esclava de Cristo, muerto en la  cruz y  al que Dios resucitó de entre los muertos. El es mi Esposo y a Él adoro con todas mis fuerzas.
          Ante respuesta tan clara, el gobernador no entendió que la fe de la joven era inquebrantable y que no conseguiría el fin  que buscaba, conseguirla, bien como esposa o como concubina.
          Intenta seducirla con  agasajos, halagos y promesas. La entrega al cuidado de una mujer acomodada,  quien la cuida rodeándola de lujosos vestidos y fortuna. Olibrio esperaba así que Margarita renegase de su fe en  Cristo y  lo aceptase a  él  como esposo.
          Pero Margarita  se mantiene firme en su fe, se niega a ofrecer  sacrificios a los ídolos, rechaza la propuesta de matrimonio, y declara que prefiere mantenerse virgen como esposa mística de Cristo.
          Olibrio,  al verse rechazado, la encerró en un calabozo. Aquí se narran las amenazas con que fue asaltada por el demonio, que se le apareció en forma de dragón.  Margarita supera tan terrible trance poniendo su confianza en Dios. Las tradiciones cuentan que Margarita venció al dragón haciendo ante él la  señal de la  cruz, símbolo  de su fe y de su identidad cristiana.
             Olibrio,  tenía prisa por vengar la vergüenza de verse rechazado, manda comparecer a  Margarita,  ante el tribunal  que él presidía y decide acusarla de negarse a dar culto a los dioses del pueblo romano. Los relatos del martirio magnifican la fidelidad de Margarita haciéndola sobrevivir milagrosamente a terribles torturas y paraciendo en sucesivos interrogatorios púiblicos cada vez más hermosa y radiante.
          Margarita fue decapitada  mientras rezaba de rodillas pidiendo a su esposo el  perdón para los verdugos. Como rezamos en  la Liturgia de las Horas, “en Santa Margarita la Iglesia celebra un doble triunfo: la gloria  de la virginidad consagrada y la victoria sobre la muerte; permaneció virgen y obtuvo la palma del martirio”.

            El culto a Santa Margarita
          Así concluye el himno a nuestra  Santa Margarita:
  Margarita, de Dios dulce amante,
y de Cristo  Jesús  virgen fiel,
haz que el amor de Jesús me levante
y que goce  en la gloria con Él.

          Al parecer, las reliquias de Santa Marina/Margarita se encontraban en  Constantinopla  hasta la conquista de la ciudad por los Cruzados  en el año 1204. Ellos fueron los que trajeron su veneración a Occidente con el nombre de Margarita de Antioquía. Por toda Europa muchas parroquias se pusieron bajo su protección.
           En un folleto misionero de la iglesia Ortodoxa griega (Holy Trinity Orthodox Missión, editado por el Obispo Alejandro Mileant, 12/08/2001) se afirma que la reliquia del brazo de Santa Margarita se encuentra en el monte Athos, en el monasterio de  Vatoped.
          A Santa Margarita de Antioquía y a  Santa Catalina de Alejandría, por otra parte,   correspondían las voces y visiones que movieron a Juana de Arco a realizar su misión al servicio del rey de Francia.  Juana de Arco fue declarada Santa en mayo del 1920, casi 500 años después de ser quemada en la hoguera.
          Santa Margarita llegó a ser una de las santas más veneradas en la  corte española y su nombre es frecuente entre las mujeres de la familia real. Es también uno de los nombres de mujer de más uso en Europa y América.

II
La devoción a Santa Margarita en A Coruña
(Jesús Reiriz Rey, en  El Ideal Gallego,  6/9/1997),

 
    Capilla de Santa Margariita, hoy desaparecida, que existió 
hasta 1960. Se ubicaba detrás del ábside de la actual  iglesia
parroquial, entre esta y el garaje del edificio de Costas.
Desde hace siglos se ha mantenido  muy fuerte en A Coruña la devoción a Santa Margarita, que ha llegado hasta nuestros días en forma de romería y fiesta popular el último domingo de agosto.
   Su culto se extendió  a occidente en el siglo XI, siendo venerada en toda la costa atlántica, pese a sus orígenes bizantinos.
    Su fama de milagrosa se propagó en la época de las cruzadas, en que se distribuyeron sus reliquias por Francia, Alemania e Inglaterra.
   En  A  Coruña  tuvo su capilla (hoy desaparecida) en un margen del camino de Bergantiños (a la derecha, subiendo por la actual Avenida de Finisterre), muy próxima a la cima del monte al que dio su nombre, donde volteaban las aspas de algunos molinos que funcionaron  hasta el año 1.869.
   La capilla fue erigida en el año 1.663, según  constaba en el dintel de la ventana de su fachada principal. No obstante, su fundación debió de ser anterior, pues hay constancia de que romeros de toda Galicia ya honraban a esta santa mártir en nuestra ciudad  en el siglo XVI.
    Además existe una importante bula de Clemente VII, en la que concede notables privilegios a la cofradía de Santa Margarita, establecida en dicha ermita.
   Considerando que este Papa tomó posesión en 1.525 y falleció en 1.534, la referida bula debe estar fechada en ese periodo de su pontificado y, por tanto, lógicamente podemos concluir que ya debió existir otra capilla anterior a la de 1.663.
    De esta cofradía, según  sus estatutos, no podían formar parte los médicos, cirujanos, boticarios, y todos aquellos dedicados a la ciencia de sanar.   De  este modo no “desmerecían” los milagros obrados por la santa, que aliviaban y curaban a los enfermos que en gran número acudían a su santuario.
   La cofradía era propietaria de algunas casas en las proximidades de la capilla,  que servían de albergues y hospedería a los peregrinos procedentes de distintos pueblos.
  Nuestra Santa Margarita también tenía su fuente “milagreira” y se encontraba a unos  180 metros  de la capilla, monte abajo (en la actual calle Paseo de los Puentes enfrente al nº 2-4) formando ángulo con la Avenida de Finisterre, que por tradición tenía dos caños, como era natural en las demás existentes al pie de todas las ermitas o santuarios consagrados a Santa Margarita.

III
Rosalía de Castro también canta a Santa Margarita
( “Cantares gallegos” Poema nº 29)

           Miña Santa Margarida,
¿con quén te hei de comparare?
Coma ti non vin  ningunha
nin na terra nin no mare.
          Coma ti, Santa bendita,
tan garrida e tan preciosa,
nin brillou ningunha estrela,
ni se abreu ningunha rosa.
           Nin luceiro, nin diamante,
nin lumiña transparente
luz verteu mais cariñosa
que o teu rostro relucente.
           Nin as froles do xilmendro,
nin a rosa purpurina,
nin as neves  de montaña,
nin fulgor de mañanciña;
nin alegre sol dourado,
nin corrente de augua pura,
miña Santa Margarida,
che asemelle en hermosura.
           Que no monte onde ti moras
tan bon aire se respira,
que o que máis do mundo fose
solo alí por Dios suspira.
           Miña Santa Margarida,
miña Margarida santa,
tendes a casa no monte,
donde o paxariño canta.
         
          Jacobo Rodríguez Losada, arquitecto y compositor, miembro de conocida familia coruñesa, puso melodía al poema rosaliano en torno a 1920.  Es como un segundo himno que también se canta en nuestra parroquia durante la novena y en la fiesta

IV
Bibliografía y estudios
          Massons Rabassa, Estrella. La iconografía del diablo en el frontal de altar de Santa Margarita de Vilaseca (1160-1190). La autora es profesora de la Univ. Autónoma de Barcelona. Su trabajo está en la “red”. Cfr.  <http://www.bib.uab.es/pub/locus/index.html>

Esta autora aporta la siguiente bibliografía:
  • Ana Echevarría. «Margarita de Antioquía, una santa para la mujer medieval», en Las mujeres en el cristianismo medieval, Madrid, 1989, p. 31-46.
  • Emanuela Sesti. «La leggenda di santa Margherita di Antioquia», en II Codice miniato. Rapporti tra Codice, testo e figurazione. Atti del II  Congresso di Storia della Miniatura Italiana, Florencia,  1992, p. 363-373.
  • Elizabeth Robertson. «The Corporality of Female Sanctity in The life of Saint Margaret », Images of Sainthood in Medieval Europe, Londres, 1991, p. 268-287.
  • Sauget, Joseph-M.,  «Marina (Margherita)» en Bibliotheca Sanctorum, vol.VIII, Roma, 1966, p. 1154-1156.

          Y en su trabajo sobre Santa Margarida de Vilaseca la profesora Massons ofrece estos datos:
          1.       Las fuentes epigráficas
          “La noticia más antigua que hemos encontrado sobre sancte Marine en la península Ibérica hace referencia a sus reliquias. Conservamos dos lápidas en las que aparece el nombre de Marine virg., junto a otros santos. La primera procede de San Roman de Hornija y se ha datado entre los siglos ix y x. La segunda procede de San Miguel de la Escalada y se ha fechado en el siglo x o quizá algo  posterior. Por tanto, ya en el siglo ix llegaron reliquias de Margarita a la península Ibérica”.

          2.       Los calendarios hispánicos
          “Hemos buscado noticias sobre santa Marina/Margarita en los estudios publicados sobre los calendarios hispánicos anteriores al siglo xiii, con los resultados del cuadro 1”.

Cuadro 1
Calendario 1º de Silos Final x 18-7 Sci sperati et sce  marine virg.
Calendario de León Final x-xi 18-7 Sci sperati et marine armenia
Calendario 2º de Silos 1052 19-6 Scor(um) gerbasi et protasi et marine
18-7 Sci sperati et marine cartagine
Calendario de Compostela 1055 18-7 Sce sperati et marine
Calendario silense de París c. 1067 18-7 sce. marine vrgns. et mris. xpi
Calendario de San Millán Final xi 18-7 Marine vrg. mr.

          “Marina consta en el primer calendario de Silos de finales del siglo x. Pero se trata de una clara interpolación manifiesta, tal como señalan sus autores. Vuelve a aparecer en el calendario de León, cuya fecha se puede estimar a finales del siglo x, principios de la centuria siguiente. Por tanto, Marina se incorpora en los calendarios hispánicos a principios del siglo xi. Llama la atención que aparezca duplicada en el  calendario 2º de Silos, ya que consta también el 19 de junio. De momento, desconocemos las razones de esta duplicidad. En cualquier caso, por unanimidad, los calendarios hispánicos fijan su fiesta el 18 de julio.
          La fiesta tradicional de los mártires escilitanos se celebraba también el 18 de julio, sin embargo, el culto a Marina fue adquiriendo tal importancia en la península Ibérica que llegó a eclipsar completamente la fiesta de los santos escilitanos Esperato y compañeros que caía en el mismo día que la mártir de Antioquía.
          Por otra parte, el martirologio romano anuncia en el 18 de julio Gallaeciae in Hispania sanctae marinae virginis et martyris.  Sobre esta santa Marina, oriunda de Galicia*, los estudiosos se muestran bastante escépticos. Los bollandistas creen que los hagiógrafos hispánicos transformaron a Margarita de Antioquía en una santa local. Sauget, por su parte, advierte que los datos de los calendarios son muy poco precisos y que, probablemente, se trata de un desdoblamiento de la mártir de Antioquía. Lo cierto es que la hagiografía de Marina/Margarita ha generado mucha confusión.
          Además de la santa Marina gallega también consta santa Marina (dicta Marinus monachus), cuya leyenda narra que entró en un monasterio disfrazada de hombre. Fue expulsada del cenobio acusada de ser padre de un hijo, pero a su muerte se descubre su verdadero sexo. Oriente celebra su fiesta el 8 o el 12 de febrero, pero en occidente, para mayor complicación, se festeja el 17 de julio. Aún así y con la debida prudencia, lo más probable es que la santa Marina que aparece en los calendarios castellanos sea también Margarita”.







*  Nota nuestra: Esta Santa Mariña gallega se venera en Santa Mariña de Augas Santas, Ourense 

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