INCLUÍMOS AQUÍ, POR RAZÓN DE LA PROXIMIDAD DE LA FIESTA ANUAL,
UNA INFORMACIÓN INTERESANTE SOBRE SANTA MARGARITA,
SU CULTO Y DEVOCIÓN.
LAS PERSONAS INTERESADAS PUEDEN CONSULTAR TAMBIÉN LAS ETIQUETAS "ICONOGRAFIA SAGRADA" Y "RELIXIOSIDADE POPULAR".
SANTA MARGARITA DE
ANTIOQUIA
I
En
las narraciones, escasas de datos, de la
vida de Santa Margarita de Antioquía (Santa Marina para la
iglesia griega) se confunde la realidad
con la leyenda. Los que aquí ofrecemos son
una síntesis, elaborada por Manrique Rodríguez, a base de las diversas
tradiciones transmitidas en martirologios y santorales,.
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Procesión en la fiesta del año 2012 |
La fiesta de Santa Margarita se celebra el día
20 de julio. En A Coruña se celebra el último domingo de agosto.
Nuestra parroquia heredó de los PP. Franciscanos, que atendían la ermita antes
de la existencia de la parroquia como tal,
un himno que resume los nebulosos datos biográficos de la santa y
comienza así, aludiendo al día de la fiesta:
Hoy en torno del ara bendita
entonemos un himno
en loor
de la virgen sin par
Margarita,
que perfuma el altar
del Señor.
Infancia
y adolescencia
El
himno a Santa Margarita continúa así:
Blanca flor de radiante hermosura,
la belleza del ángel
copió
y fue su alma tan
casta y tan pura
que a su Esposo
Jesús cautivó.
Santa
Margarita nació en Antioquía de Pisidia, en la península de Anatolia, actual
Turquía. Antioquía de Pisidia, es una
antigua población de Asia Menor, probablemente perteneciente a Frigia. Fundada
por colonos procedentes de Magnesia, bajo Seleuco Nicátor, fue declarada
ciudad libre por los romanos en el siglo II a de C., y convertida en colonia
bajo Augusto, con el nombre de Caesarea
Antioquia. Pablo y Bernabé hacen el
primer viaje misionero a ella, como se refiere en los Hechos de los Apóstoles (Hch
14, 21-24) .
Unos
datan el nacimiento de Marina/Margarita entre los años 255-275 (?) ; otros, algo más tarde, bajo el imperio de
Diocleciano (años 284-305 d. De C). Este
emperador romano se distinguió por la
crueldad metódica con que persiguió a los cristianos, viéndose éstos en la
necesidad de esconderse en cuevas (catacumbas)
y huir
al desierto.
El padre de Santa Margarita se llamaba Teudio o
Teódulo y era sacerdote de dioses romanos. Margarita fue criada, como era costumbre entonces,
por una nodriza, quien, siendo cristiana, inicia a la niña en la fe.
A los doce años Margarita recibe el bautismo y se consagra
mediante votos como esposa mística de
Cristo.
Al
conocer su padre que ella había abrazado
la religión cristiana y renegado de los dioses, estuvo decidido a denunciarla; pero, por su amor de
padre no lo hace y así evita su muerte. Pero decide renegar de ella, no
reconocerla como hija, y expulsarla del
domicilio paterno.
Margarita
se hizo pastora y cuidaba los corderos de su ama de leche cerca de la ciudad de Antioquía.
El
martirio
El himno a Santa
Margarita resume así este dato de su vida:
De
su edad en la aurora florida
bebió un cáliz de acíbar y hiel,
y ofreciendo a Jesús alma y vida
en la
Cruz se desposa con Él.
Se
entregó jubilosa al martirio
cual si fuera su fiesta nupcial,
empuñando en sus manos el lirio
y blandiendo la palma triunfal.
Y fue en pos de su amante divino
por la senda real de la Cruz
y hoy nos muestra el dichoso camino
que nos marca su esposo Jesús.
Un
día cuando la joven Margarita
guardaba el ganado que pastoreaba en compañía de otras jóvenes, pasó por el
lugar el
Gobernador o Prefecto de Antioquía, llamado Olibrio, quien se enamoró
perdidamente de ella.
Olibrio
le preguntó:
-¿Eres
libre o esclava?. Si eres libre, me desposaré contigo y si eres esclava, te quiero como concubina.
Ella le contesta:
-
Soy noble, me llamo Margarita y soy cristiana.
Olibrio
le dice de nuevo:
-
Las dos primeras cosas te convienen, todo es noble en ti, no hay perla (“margarita”,
en griego) en el mundo que te iguale en belleza, pero es indigno de ti
adorar a un Dios muerto de forma
ignominosa.
Olibrio
se alejó del lugar. La contestación de
Margarita le había irritado y, al día siguiente, cegado por la pasión y el deseo de poseerla a cualquier
precio, ordena a sus criados que se la
traigan a la fuerza ante él.
Olibrio rumiaba su
rechazo y no pensaba más que en conseguir
a Margarita. Al tenerla atada ante sí volvió a interrogarla sobre su
condición. Margarita le rspondió:
-
Soy hija de Teudio, sacerdote de ídolos, por lo tanto
libre, pero esclava de Cristo, muerto en la
cruz y al que Dios resucitó de
entre los muertos. El es mi Esposo y a Él adoro con todas mis fuerzas.
Ante respuesta tan clara, el gobernador
no entendió que la fe de la joven era inquebrantable y que no conseguiría el
fin que buscaba, conseguirla, bien como
esposa o como concubina.
Intenta seducirla con agasajos, halagos y promesas. La entrega al
cuidado de una mujer acomodada, quien la
cuida rodeándola de lujosos vestidos y fortuna. Olibrio esperaba así que
Margarita renegase de su fe en Cristo y lo aceptase a
él como esposo.
Pero
Margarita se mantiene firme en su fe, se
niega a ofrecer sacrificios a los
ídolos, rechaza la propuesta de matrimonio, y declara que prefiere mantenerse
virgen como esposa mística de Cristo.
Olibrio,
al verse rechazado, la encerró en un
calabozo. Aquí se narran las amenazas con que fue asaltada por el demonio, que
se le apareció en forma de dragón.
Margarita supera tan terrible trance poniendo su confianza en Dios. Las
tradiciones cuentan que Margarita venció al dragón haciendo ante él la señal de la
cruz, símbolo de su fe y de su
identidad cristiana.
Olibrio,
tenía prisa por vengar la vergüenza de verse rechazado, manda comparecer
a Margarita, ante el tribunal que él presidía y decide acusarla de negarse
a dar culto a los dioses del pueblo romano. Los relatos del martirio magnifican
la fidelidad de Margarita haciéndola sobrevivir milagrosamente a terribles
torturas y paraciendo en sucesivos interrogatorios púiblicos cada vez más
hermosa y radiante.
Margarita
fue decapitada mientras rezaba de
rodillas pidiendo a su esposo el perdón
para los verdugos. Como rezamos en la Liturgia
de las Horas, “en Santa Margarita la Iglesia celebra un doble triunfo: la
gloria de la virginidad consagrada y la
victoria sobre la muerte; permaneció virgen y obtuvo la palma del martirio”.
El
culto a Santa Margarita
Así
concluye el himno a nuestra Santa
Margarita:
Margarita, de Dios dulce amante,
y de Cristo Jesús virgen fiel,
haz que el amor de
Jesús me levante
y que goce en la gloria con Él.
Al parecer, las reliquias de Santa
Marina/Margarita se encontraban en
Constantinopla hasta la conquista
de la ciudad por los Cruzados en el año
1204. Ellos fueron los que trajeron su veneración a Occidente con el nombre de
Margarita de Antioquía. Por toda Europa muchas parroquias se pusieron bajo su
protección.
En un folleto misionero de la iglesia Ortodoxa
griega (Holy Trinity Orthodox Missión, editado por el Obispo Alejandro Mileant,
12/08/2001) se afirma que la reliquia del brazo de Santa Margarita se encuentra
en el monte Athos, en el monasterio de
Vatoped.
A
Santa Margarita de Antioquía y a Santa
Catalina de Alejandría, por otra parte, correspondían las voces y visiones que
movieron a Juana de Arco a realizar su misión al servicio del rey de
Francia. Juana de Arco fue declarada
Santa en mayo del 1920, casi 500 años después de ser quemada en la hoguera.
Santa
Margarita llegó a ser una de las santas más veneradas en la corte española y su nombre es frecuente entre
las mujeres de la familia real. Es también uno de los nombres de mujer de más
uso en Europa y América.
II
La devoción a Santa
Margarita en A Coruña
(Jesús Reiriz Rey,
en El Ideal Gallego, 6/9/1997),
|
Capilla de Santa Margariita, hoy desaparecida, que existió
hasta 1960. Se ubicaba detrás del ábside de la actual iglesia
parroquial, entre esta y el garaje del edificio de Costas.
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Desde hace siglos se ha mantenido
muy fuerte en A Coruña la devoción a Santa Margarita, que ha llegado
hasta nuestros días en forma de romería y fiesta popular el último domingo de
agosto.
Su
culto se extendió a occidente en el
siglo XI, siendo venerada en toda la costa atlántica, pese a sus orígenes
bizantinos.
Su
fama de milagrosa se propagó en la época de las cruzadas, en que se
distribuyeron sus reliquias por Francia, Alemania e Inglaterra.
En A Coruña
tuvo su capilla (hoy desaparecida) en un margen del camino de
Bergantiños (a la derecha, subiendo por la actual Avenida de
Finisterre), muy próxima a la cima del monte al que dio su nombre, donde
volteaban las aspas de algunos molinos que funcionaron hasta el año 1.869.
La
capilla fue erigida en el año 1.663, según
constaba en el dintel de la ventana de su fachada principal. No
obstante, su fundación debió de ser anterior, pues hay constancia de que romeros
de toda Galicia ya honraban a esta santa mártir en nuestra ciudad en el siglo XVI.
Además existe una importante bula de Clemente VII, en la que concede
notables privilegios a la cofradía de Santa Margarita, establecida en dicha
ermita.
Considerando que este Papa tomó posesión en 1.525 y falleció en 1.534,
la referida bula debe estar fechada en ese periodo de su pontificado y, por
tanto, lógicamente podemos concluir que ya debió existir otra capilla anterior
a la de 1.663.
De
esta cofradía, según sus estatutos, no
podían formar parte los médicos, cirujanos, boticarios, y todos aquellos
dedicados a la ciencia de sanar.
De este modo no “desmerecían” los
milagros obrados por la santa, que aliviaban y curaban a los enfermos que en
gran número acudían a su santuario.
La
cofradía era propietaria de algunas casas en las proximidades de la
capilla, que servían de albergues y
hospedería a los peregrinos procedentes de distintos pueblos.
Nuestra Santa Margarita también tenía su fuente “milagreira” y se
encontraba a unos 180 metros de la capilla, monte abajo (en la actual
calle Paseo de los Puentes enfrente al nº 2-4) formando ángulo con la Avenida
de Finisterre, que por tradición tenía dos caños, como era natural en las demás
existentes al pie de todas las ermitas o santuarios consagrados a Santa
Margarita.
III
Rosalía de Castro
también canta a Santa Margarita
( “Cantares
gallegos” Poema nº 29)
Miña Santa Margarida,
¿con quén te hei de
comparare?
Coma ti non vin ningunha
nin na terra nin no
mare.
Coma
ti, Santa bendita,
tan garrida e tan
preciosa,
nin brillou ningunha
estrela,
ni se abreu ningunha
rosa.
Nin luceiro, nin diamante,
nin lumiña
transparente
luz verteu mais
cariñosa
que o teu rostro
relucente.
Nin as froles do
xilmendro,
nin a rosa
purpurina,
nin as neves de montaña,
nin fulgor de
mañanciña;
nin alegre sol
dourado,
nin corrente de
augua pura,
miña Santa
Margarida,
che asemelle en
hermosura.
Que no monte onde ti moras
tan bon aire se
respira,
que o que máis do
mundo fose
solo alí por Dios
suspira.
Miña Santa Margarida,
miña Margarida
santa,
tendes a casa no
monte,
donde o paxariño
canta.
Jacobo
Rodríguez Losada, arquitecto y compositor, miembro de conocida familia
coruñesa, puso melodía al poema rosaliano en torno a 1920. Es como un segundo himno que también se canta
en nuestra parroquia durante la novena y en la fiesta
IV
Bibliografía y
estudios
Massons Rabassa, Estrella. La iconografía
del diablo en el frontal de altar de Santa Margarita de Vilaseca (1160-1190).
La autora es profesora de la
Univ. Autónoma de Barcelona. Su trabajo está en la “red”.
Cfr. <http://www.bib.uab.es/pub/locus/index.html>
Esta autora aporta
la siguiente bibliografía:
- Ana Echevarría. «Margarita de Antioquía, una
santa para la mujer medieval», en Las mujeres en el cristianismo
medieval, Madrid, 1989, p. 31-46.
- Emanuela Sesti. «La leggenda di santa Margherita di
Antioquia», en II Codice miniato. Rapporti tra Codice, testo e
figurazione. Atti del II
Congresso di Storia della Miniatura Italiana, Florencia, 1992, p. 363-373.
- Elizabeth Robertson. «The
Corporality of Female Sanctity in The life of Saint Margaret », Images
of Sainthood in Medieval Europe, Londres, 1991, p. 268-287.
- Sauget, Joseph-M., «Marina (Margherita)» en Bibliotheca
Sanctorum, vol.VIII, Roma, 1966, p. 1154-1156.
Y en su trabajo sobre Santa Margarida
de Vilaseca la
profesora Massons ofrece estos datos:
1. Las
fuentes epigráficas
“La
noticia más antigua que hemos encontrado sobre sancte Marine en la península Ibérica
hace referencia a sus reliquias. Conservamos dos lápidas en las que aparece el
nombre de Marine virg., junto a otros santos. La primera procede de San Roman
de Hornija y se ha datado entre los siglos ix y x. La segunda procede de San
Miguel de la Escalada y se ha fechado en el siglo x o quizá algo posterior. Por tanto, ya en el siglo ix
llegaron reliquias de Margarita a la península Ibérica”.
2. Los
calendarios hispánicos
“Hemos buscado noticias sobre santa
Marina/Margarita en los estudios publicados sobre los calendarios hispánicos
anteriores al siglo xiii, con los resultados del cuadro 1”.
Cuadro 1
Calendario 1º de Silos Final x 18-7 Sci
sperati et sce marine virg.
Calendario de León Final x-xi 18-7 Sci
sperati et marine armenia
Calendario 2º de Silos 1052 19-6 Scor(um)
gerbasi et protasi et marine
18-7 Sci sperati et marine cartagine
Calendario de Compostela 1055 18-7 Sce
sperati et marine
Calendario silense de París c. 1067 18-7 sce.
marine vrgns. et mris. xpi
Calendario
de San Millán Final xi 18-7 Marine vrg. mr.
“Marina
consta en el primer calendario de Silos de finales del siglo x. Pero se trata
de una clara interpolación manifiesta, tal como señalan sus autores. Vuelve a
aparecer en el calendario de León, cuya fecha se puede estimar a finales del
siglo x, principios de la centuria siguiente. Por tanto, Marina se incorpora en
los calendarios hispánicos a principios del siglo xi. Llama la atención que aparezca
duplicada en el calendario 2º de Silos,
ya que consta también el 19 de junio. De momento, desconocemos las razones de
esta duplicidad. En cualquier caso, por unanimidad, los calendarios hispánicos
fijan su fiesta el 18 de julio.
La
fiesta tradicional de los mártires escilitanos se celebraba también el 18 de
julio, sin embargo, el culto a Marina fue adquiriendo tal importancia en la península Ibérica
que llegó a eclipsar completamente la fiesta de los santos escilitanos Esperato
y compañeros que caía en el mismo día que la mártir de Antioquía.
Por
otra parte, el martirologio romano anuncia en el 18 de julio Gallaeciae in
Hispania sanctae marinae virginis et martyris. Sobre esta santa Marina, oriunda de Galicia, los estudiosos se
muestran bastante escépticos. Los bollandistas creen que los hagiógrafos
hispánicos transformaron a Margarita de Antioquía en una santa local. Sauget,
por su parte, advierte que los datos de los calendarios son muy poco precisos y
que, probablemente, se trata de un desdoblamiento de la mártir de Antioquía. Lo
cierto es que la hagiografía de Marina/Margarita ha generado mucha confusión.
Además
de la santa Marina
gallega también consta santa Marina (dicta Marinus monachus), cuya
leyenda narra que entró en un monasterio disfrazada de hombre. Fue expulsada
del cenobio acusada de ser padre de un hijo, pero a su muerte se descubre su
verdadero sexo. Oriente celebra su fiesta el 8 o el 12 de febrero, pero en
occidente, para mayor complicación, se festeja el 17 de julio. Aún así y con la
debida prudencia, lo más probable es que la santa Marina que
aparece en los calendarios castellanos sea también Margarita”.
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